Quienes cuentan historias sobreviven, le dijo su madre a la protagonista un día que desapareció varias horas y la dejó sola en la casa de los páramos. Las historias dan sentido a un mundo desordenado, y Edith aprende a lidiar desde pequeña -a su pesar- con la arbitrariedad y la incertidumbre, con el caos de la mente de su madre, una escritora amnésica. Aprende también a trabajar la madera, a quemarla para volverla más resistente, según una ancestral técnica japonesa. Cuando llega la crisis, el abismo que se abre en el centro y lo devora todo, se recluye con su amante, pensándose a salvo en ese estudio aislado junto al río, y los primeros días del encierro tienen la intensidad de un sueño.
Convidado
Faga clic para iniciar sesión
[language-switcher]
Reseñas
Aínda non hai valoracións.