El cuento del otro día

El cuento del otro día

Este libro representa el amor incondicional a los hijos -a través de un tierno diálogo en la oscuridad del cuarto poco antes de dormir- del que se desprende la capacidad de los niños
para conseguir que la persona adulta recupere, de su etapa infantil pasada, la emoción y la fantasía perdidas. Muchas familias se identificarán con esta estampa nocturna, aguardando
a que los más pequeños de la casa queden vencidos por el sueño. Desde el punto de vista infantil destaca la búsqueda de la protección del adulto, que calma el miedo a la noche, al silencio, a la soledad y a lo desconocido; la presencia física y la voz llenan ese vacío. También se plasman los continuos “por qué” de las niñas y los niños que expliquen el mundo que les rodea, redundando en la seguridad buscada y reforzándola a través de la repetición, que les aleja de la incertidumbre y la desprotección frente a un entorno cambiante e inseguro. Pedir a los mayores que les cuenten cuentos calma esos temores. La voz afectuosa que relata una historia para dormir -jamás es sustituible por un aparato electrónico- se presenta como un vínculo fundamental en la relación materno/paterno-filial.

Editorial: Kalandraka Editora
Colección: Libros para soñar
Autor: Roberto Aliaga,Noemí Villamuza (il.)
ISBN: 9788413430232
Edición: 1ª (2020)
Páginas: 32

14,00 

En este momento no tenemos existencias. Inclúyalo en el carrito y se lo enviaremos lo antes posible

Este libro representa el amor incondicional a los hijos -a través de un tierno diálogo en la oscuridad del cuarto poco antes de dormir- del que se desprende la capacidad de los niños
para conseguir que la persona adulta recupere, de su etapa infantil pasada, la emoción y la fantasía perdidas. Muchas familias se identificarán con esta estampa nocturna, aguardando
a que los más pequeños de la casa queden vencidos por el sueño. Desde el punto de vista infantil destaca la búsqueda de la protección del adulto, que calma el miedo a la noche, al silencio, a la soledad y a lo desconocido; la presencia física y la voz llenan ese vacío. También se plasman los continuos “por qué” de las niñas y los niños que expliquen el mundo que les rodea, redundando en la seguridad buscada y reforzándola a través de la repetición, que les aleja de la incertidumbre y la desprotección frente a un entorno cambiante e inseguro. Pedir a los mayores que les cuenten cuentos calma esos temores. La voz afectuosa que relata una historia para dormir -jamás es sustituible por un aparato electrónico- se presenta como un vínculo fundamental en la relación materno/paterno-filial.

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “El cuento del otro día”