En el fragor de la batalla, perdió sus nalgas.
¿Qué harías si un dragón se comiera tu culo? ¡Llorar, por supuesto!
Porque ¿qué princesa se querría casar con un caballero sin trasero?
Pero este caballero sin posaderas no pierde la esperanza. Se pone a la búsqueda de un nuevo par de nalgas ¡y de una princesa!
El caballero sin trasero
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